Capítulo 40

*Antes de empezar, perdonad por la extensión del capítulo pero quería hacerlo bien. También os aconsejo que lo leáis escuchando la canción de "Possibility de Lykke Li" os dejaré abajo el vídeo. Os aconsejo que la escuchéis porque yo la he escrito escuchándola y me ha emocionado. Espero que os guste*

Cuando llegué a casa estaba hecha polvo. Pasar un fin de semanas con amigas estaba bien, pero dormir dos días con un saco de dormir en el suelo no era lo más cómodo que había .
Saludé a mis padres con mala gana y me fui a mi habitación dispuesta a dormir un rato pero cuando llegué había algo encima de mi cama. Bajé las escaleras para preguntarle a mi madre que era .

- Mamá, ¿qué es lo que hay encima de mi cama?- pregunté con curiosidad
- No sé de que me hablas
- Mamá no me vaciles anda... dime que es
- Que no se de que se trata, lo han dejado esta mañana en la puerta. No es cosa nuestra.

Llena de curiosidad volví a mi habitación. Había una carta y una nota. En la nota decía "Antes de leerme, abre la caja"
Hice caso y abrí la caja. En ella había distintos objetos que no llegaba a comprender que significaban. Un llavero de la Torre Eiffel, una figurita de una bailarina, una casita de juguete... Después de mirar y mirar los objetos abrí la carta.

Hola princesa 

Sé que antes de que te fueras de fin de semana discutimos y tú me apagaste el teléfono, pero no importa porque te quiero. Sé que hemos pasado una mala temporada pero no me importa porque te quiero y pase lo que pase siempre te querré y  querré pasar el resto de mi vida contigo.
Supongo que has abierto la caja y has visto las figuritas. Si te preguntas que son, mira dentro del sobre y ahí tendrás la respuesta.
Espero que digas que sí, porque yo ya te estoy esperando. Si vienes me alegraré toda la vida, si no lo haces lo entenderé. Eres joven y quieres vivir tu vida.

Te quire, Pablo 

Cuando terminé de leer la carta no sabía que pensar, hice lo que decía y miré dentro del sobre. Había un papel, le dí la vuelta y vi que era un billete de avión hacia París para dentro de dos días. Me quedé mirando todo aquello y de repente noté que algo corría por mi cara, estaba llorando.
Tenía en mis manos todo lo que había soñado toda mi vida y ahora si que si, no lo podía dejar escapar. 
Por una parte me daba pena dejarlo todo, porque dejaba atrás también a mis amigas y a mi familia, por otra parte podría alejarme de todo lo que me traía malos recuerdos y podría vivir con la persona que más quería así que no me lo pensé dos veces. Bajé las escaleras y dije:

-Mamá, papá, sé que no os hará mucha gracia lo que voy a deciros pero de aquí dos días me voy a París.
- ¿Vas de vacaciones?- me preguntó mi madre.
- No- dije con un tono triste pero alegre a la vez- Pablo me ha dicho si quiero ir a vivir con él y voy a aceptar.
-Lo sabemos hija- dijo mi padre.
- ¿Cómo que lo sabéis?- pregunté un poco confusa
- Habló antes con nosotros. Nos da mucha pena que te vayas pero sabemos que eso te hará feliz y lo necesitas. Últimamente...

No le dejé terminar la frase. Me tiré encima de ella y la abracé fuerte mientras volvía a llorar.

- Mamá, te quiero.
- Lo sé y ahora corre a preparar todas tus cosas que antes de que te vayas tenemos que hacer algo de despedida.

Subí a mi habitación y me tumbé encima de la cama. Ahora venía la parte más dura, despedirme de mis amigas. Para que entendieran que de algo importante se trataba hice una foto a todas las cosas que Pablo me había enviado y se la envié con un texto que decía: Os necesito. 
Poco después ya las tenía en mi casa.

- ¿Qué pasa Carol?- preguntó Marta. Sin decir nada les enseñé la nota y el billete de avión. De repente gritaron las dos a la vez.
- ¿Vas a ir?- preguntó Carolina. Seguía sin contestar, tan solo dije que si con la cabeza. Me abalanzé fuertemente hacia ellas y las abracé sin soltarlas. Volvía a llorar, pero ahora no era yo sola sino que estábamos llorando las tres.
- Chicas, mañana tocará ir de compras.- dije secándome las lágrimas.
-Wee!! vas a ir super fashion a Paris, ya verás.

Cuando llegó la noche, me quedé dormida enseguida pensando en todo. Si hacía un repaso por mi vida habían sido todo altibajos pero no me arrepentía de nada de lo que me había hecho.
A las nueve de la mañana sonó el despertador. Me levanté con desgana, me vestí y me reuní con las chicas. Pasamos nuestra última mañana increíble juntas, por culpa de ellas me dejé un buen pellizco de mis ahorros en ropa pero ¡me iba a París! que más me daba. Volviendo hacia casa vimos una tienda de tatuajes y de repente por la mente de Marta se pasó una locura. 

- ¿Nos hacemos un tatuaje?- preguntó.
- ¡Sii!- gritamos Carolina y yo a la vez.

Sin pensarlo dos veces entramos y nos lo hicimos. Estaba situado en las costillas y ponía III. Un tres en números romanos. Eso nos había marcado para siempre pero también quería decir que estaríamos unidas para toda la vida.
Cuando volvimos a casa estaba toda mi familia  e hicimos una cena de despedida. Tenía los nervios por el viaje y la pena por abandonar todo aquello a flor de piel. Cenamos y charlamos tranquilamente y antes de irse todo el mundo nos hicimos una foto de despedida.
A la mañana siguiente cogimos el coche camino al aeropuerto, pero antes de llegar le envié un mensaje a Pablo: Nos vemos allí a las 12:20. Te quiere, la tonta de Carol.
Dos minutos después, escuché mi móvil vibrar.
¿Eso significa que vienes? No me lo puedo creer
Llegué un poco justa así que hice una foto a las maletas y le dije que ya hablaríamos que no tenía tiempo.
Abracé por última vez a mis amigas y a mi familia, lloré como una madalena y antes de irme le di a mis amigas algo especial.

-Marta, esto es para que me recuerdes- le di una carta y una caja que tenía con todo lo que había vivido y no le conté a nadie. Carolina no iba a ser menos.
- Carolina, esto es para ti.- Le di mi colección de libros, porque sé que siempre le habían gustado.Les di un último beso y me embarqué. Ya no las volvería a ver por mucho tiempo pero era feliz por haberlas tenido en mi vida algún día.

**Gracias a todas aquellas personas que me han estado leyendo y han hecho que esto sea posible. Hace ya un año y dos meses que la empecé y me da mucha pena acabarla, pero como con todas las historias hay que  hacerlo, hay que darle un fin. Yo espero que os haya gustado tanto como a mi escribirla y que la compartáis con vuestros amigos**