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domingo, 9 de junio de 2013

Capítuo 24

Estaba cabreada con Marta, por la forma en la que le habló a Álvaro. ¿ Quién se creía ella para hablarle así? Esto no podía seguir de ese modo.
- ¿ Por qué le has hablado de esa forma?- le pregunté siendo lo más amable que pude.
- Porque quiero.  ¿ Tienes algún problema?
- Pues sí, nadie te había dado vela en ese entierro y tú te has metido.
- Yo hago lo que me da la gana, ¿ te queda claro?
- Mira, si te pasa algo conmigo me lo dices a la cara, pero a mí no me hables así ¿te queda claro?
- Uii perdona.. mira que miedo.- Dijo ella con mucha chulería. Ya me estaba cabreando mucho y apunto de sacarme de mis casillas, quería darle una buena para que se le bajaran los humos. Pero me contuve
- Chicas, chicas. Tranquilas va, que esto ha sido solo una tontería. No os enfadéis.- Dijo Carolina intentando calmar las cosas entre nosotras, pero yo estaba muy cabreada por lo que no le hice caso y me puse a pensar con lo mío, suponía que si le pasaba algo ya me lo contaría, ya que esa actitud no era normal en ella. En mitad clase, empecé a soñar despierta, y no eran los típicos sueños que se tienen, era un sueño erótico. Se me venían a la mente un montón de cosas para hacer con Álvaro y Pablo a la vez. El pensar hacer un trio con ellos dos, hacía que subiera por mi tripa un cosquilleo y notaba como se contraía mi todo. No me podía quitar esa idea de la cabeza. Necesitaba tener sexo ya. Cuando salimos de las clases, me llevé a Pablo a mi casa, tenía que aprovechar la ocasión ya que mi madre no se encontraba allí. Dejamos las mochilas en la entrada y le dirigí hacia mi habitación.  Aprovechando que  el ordenador estaba encendido, puse música . Me puse de pie delante de él y empecé a hacerle un baile erótico con striptis incluido. Me quité el pantalón poco a poco mientras iba moviendo mis caderas cerca de su pene. Restregandome por todo él. Poco a poco fui bajando hasta el botón de su pantalón y se lo desabroché, pero no se lo quité. Empecé a acariciar su pene notando como cada vez su erección se iba haciendo más grande. De repente mi tripa sonó. Pero no le dí importancia. Le acaché los calzoncillos y dejé salir si enorme y precioso pene. Lo acaricié poco a poco mientas lo chupaba lo mejor posible. Haciendo que salieran de él unos gemidos. De repente el me cogió y me tumbó a la cama. Se puso encima de mí y empezó a besarme . Cuando llegó a mis pechos, me quitó la camisa y pudo ver mi collar. Solo esperaba que no se diera cuenta de él. Pero mis intuiciones fallaron.
- ¿ Y ese collar? Ayer no lo tenías.
- Lo encontré entre mis cosas y me apeteció ponérmelo.- Intentaba sonar lo más convincente posible.
- No hace falta que me mientas, es mucha casualidad que ayer Álvaro te diera un regalo y hoy lleves un collar por que lo encontrastes por casualidad. La verdad es que no sé lo que me ha sentado más mal, que me mientas o que lleves algo de él.
No me dio tiempo a responder, cogió sus cosas y se fue. Dejándome con las ganas de echar un polvo y ahora si que estaba en un buen lío. Yo difinitivamente era tonta.

1 comentario:

  1. "Difinitivamente" y nunca mejor dicho, jajajjaja.
    Carol es un poquito puta, ¿no? Es que eso de estar con dos tíos y engañarlos a libre albedrío no se hace.
    Besos, Amanda.

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