Busca lo que necesites AQUÍ:

viernes, 10 de mayo de 2013

Capítulo 5

Marta se recuperaba decentemente, pero le dijeron que tenía que quedarse unos días al hospital en observación. En esos días nosotras fuimos a visitarla, pero un día nos sorprendió una visita que no nos esperábamos. Era el socorrista que la salvó. Fue a ver como se encontraba y yo creo que incluso a algo más. Sus ojos lo decían todo y mucho más la sonrisa que le echaba. Me quedé observándolo fijamente y me sonaba mucho a una persona conocida. Era como el ligue/novio de Carolina. Me quedé mirando a Carolina fijamente extrañada haber si ella me lo podía explicar, pero tampoco lo entendía. De repente entraron dos chicos por las puerta, uno era Pablo y el otro.. Era igual que el socorrista!!
- Joder si sois iguales!.-Dije sin pensármelo dos veces. Parecía que mi forma de decir las cosas a Carolina no le gustaban, ya que me dio un codazo en todo el vientre.
- Somos gemelos.- Dijo el socorrista. Aquello lo explicaba todo, pero mi pregunta era como Carolina no se había dado cuenta y yo tenía que preguntarlo, era demasiado chismosa.
- ¿ Y porque Carolina no sabía eso?
- Ella no lo sabía porque no se lo dijimos. Cuando la conocí yo no estaba con mi hermano y por eso no se dio cuenta.
- A vale.. y por preguntar.. ¿ Que hay entre vosotros?-. No pude evitar esa pregunta y la mirada asesina de Carolina se notaba a kilómetros, pero ella jugo más sucio que yo.
- Nada, nos acabamos de conocer. ¿ Y tú y Pablo, que ya habéis follado o aín no?.- Cuando dijo eso solo quería matarla, como podía decir eso, delante de tanta gente. No pudimos evitar sonrojarnos. Para no seguir con ese tema y sacar mierda la una de la otra, cambiamos de tema de conversación.
- ¿ Y como os distinguimos?, porque al menos yo, no me se vuestros nombres. Primero habló el socorrista y me dijo que se llamaba Eric. Un nombre muy bonito. Y luego Carolina me presentó a su ligue, se llamaba Iván.
Pasaron tres días hasta que Marta salió del hospital. Pero ya se le veía bien, solo le quedaban algunos moratones. Para celebrar la salida del hospital de ella, decidimos quedarnos a dormir a casa Carolina, ya que ella era la que tenía la casa en el pueblo con playa. Le preguntamos a los padres de ella si podíamos traer unos " amigos" a su casa y nos dijeron que sí, pero que a la mínima de ruido y cosas raras se iban de la casa. Aunque teníamos la aprobación de sus padres, siempre estaba su hermano mayor diciendo que no le parecía bien. Que chicos que no fueran sus amigos, no se quedaban en su casa y menos se acercaban a su hermana. Pero al final conseguimos que se quedaran.
Su hermano siempre me pareció un chico muy misterioso que tenía su puntito. Físicamente no estaba nada mal y la verdad es que yo me lo hubiera beneficiado sin problemas más de una vez porque cada vez que lo veía me ponía… Puff.. Y aunque en aquellos momentos tuviera a Pablo,una nunca podía remediar sus instintos naturales y como se dice, se podía mirar pero no tocar. Y eso era lo que yo hacía con él, lo miraba pero no lo tocaba.

Por la tarde quedamos pronto para prepararlo todo. Quedaban pocas horas para que vinieran y como era de esperar Marta quería preparar juegos, que los veía más apropiados para una " fiesta de pijamas", pero al final me pareció buena idea, así podríamos conocer más cosas de ellos. Por que yo ante todo cotilla.
Ya casi llegaba la hora y de repente sus padres nos dieron una buena noticia. Se iban de vacaciones. Eso nos venía perfecto para poder hacer lo que quisiéramos y estábamos seguras de que nos lo pasaríamos en grande. Cuando llegaron los chicos, vimos que traían unas bolsas con algo dentro.
- ¿Qué es eso?- Preguntó Marta toda curiosa.
- Hemos traído unas botellas para cuando juguemos a Yo nunca...- dijo Pablo.
- No sabéis como me gusta eso.- Dijimos Carolina y yo a la vez. De repente estábamos todos riendo.
Antes de hacer nada nos pusimos a cenar unas pizzas ya compradas. En la comida se podían escuchar risas, gritos.. Era todo tan perfecto y bonito, que me daba la sensación de que algo no iba a salir bien. No sabía el que pero estaba segura de que era algo. Preferí callármelo y no decir nada para no fastidiar la fiesta. Cuando terminamos de cenar, nos pusimos con los preparativos del juego y unos minutos después ya estaba todo listo.
Antes de empezar a beber, ví que Pablo sacaba una bolsita. Yo ya sabía que él fumaba, lo que no sabía era que fumaba marihuana. Para mi la marihuana no era nada nuevo, ya que mi padre fumaba desde que yo era muy pequeña y era algo que siempre había visto normal pero nunca la había fumado y tenía curiosidad.
- Pablo, ¿eso que tienes ahí es maría?- Pregunté dudosa.
-Si, ¿por?
- Por nada, solo que nunca la he fumado y tenía curiosidad por saber que se sentía. ¿Verdad que tu me darías un poco?
Su gesto cambió un poco ante mi pregunta, la idea no le gustaba y así me lo hizo saber.
- A ver, Carol, ya eres mayor y tienes de sobra conocimiento para saber lo que haces pero a mi no me hace gracia que fumes. No quiero que te enganches y que hoy por mi culpa cojas un ciego impresionante.
-Tranquilo, es solo probarlo.-le dije con seguridad. Así que cogió y empezó a liarme un porro, cuando termino de liármelo me lo dio para que me lo fumara. Mi cara lo debería decir todo porque no sabía que hacer con aquello, así que lo encendió él y le dio una primera calada. Se fueron pasando el porro entre ellos, menos Marta que fue la única que no fumaba. Pablo al verme indecisa me dijo:- Ven, vamos a empezar por lo fácil. Vamos a hacer una iguana.
Así que el aspiró el humo y acercándose a mi me pasó el humo con un lento beso. Yo aspiré para tragármelo y en aquel momento pensaba que me quería morir. Eso estaba muy fuerte y rascaba que daba gusto pero luego de un rato se le cogía el gustillo al sabor así que le dije que me lo pasará y le dí una calada. Mientras fumábamos y bebíamos a Marta se le ocurrió empezar con el “yo nunca...” Aquello podía ponerse muy interesante y sobretodo debido al punto de borrachera y ciego que llevábamos por el alcohol.
- A ver empiezo, la primera es una chorrada, pero por algún lado hay que empezar- dijo Marta- Yo nunca me he besado con un chico/a-De repente todas estábamos bebiendo, ya que esa era sencilla. Estaba sentada a la derecha de Marta, por lo que la siguiente fui yo. No me quería quedar en algo sencillo y ya que estábamos en confianza, quería contar cosas que había hecho y esa era una de las mejores formas.
- Yo nunca he hecho un trío.- Le di trago, pero pude ver de reojo como Carolina también estaba bebiendo, aquello me sorprendió mucho, eso era algo que no nos había contado.
- ¿Tú cuando has hecho eso?- Le dije muy enfadada, ellas lo sabían todo de mi y yo no sabía nada de eso, ¿se lo habría contado a Marta?
- ¿Se lo has contado a Marta y a mí no?-Pude ver como Carolina no me contestaba y eso para mí suponía un sí. Supongo que sería por los efectos de los dos grandes tragos que acababa de dar seguidos o por los porros , porque de repente hice algo que me sorprendió hasta a mí. Me levante de mi sitio y bese a Iván. Acababa de besar al ligue de mi mejor amiga, todo era un sin fin de emociones, porque después de besar a Iván, fui a besar a Pablo, pero este me apartó con la mano. Su cara lo decía todo, estaba muy pero que muy enfadado.
-Carol, creo que por hoy has tenido bastante- me dijo Pablo. Me quitó el vaso de las manos y me prohibió beber y fumar más. Para mi la fiesta ya se había acabado y lo agradecía ya que me daba todo vueltas y me encontraba fatal.
-Si me disculpáis he de ir al baño- dije intentando vocalizar. Me levanté intentando no tropezarme con nada y sujetándome a la pared mientras todo me daba vueltas fue hasta el baño. Me hacía mucho pis y tenía mucho alcohol que sacar de mi cuerpo. Cuando me disponía a salir del baño me entraron unas ganas de vomitar enormes y me puse en ello. Creo que solté hasta mi primera papilla. Cuando acabe de vomitar, me levanté, me miré en el espejo y después de lavarme la cara y la boca salí del baño como pude.
-¿Estás bien?-preguntó Marta preocupada-
-Muy bien-respondí yo balbuceando. En ese momento me dí cuenta de la cagada que había cometido con Carolina así que me disculpé con ella.
- Lo siento Carolina, me ha salido de dentro.- Dije como pude, ella tampoco llego a decirme nada, supongo que sabría que fue por mis impulsos y sé que ella tarde o temprano se vengaría de mí.
Pasadas unas horas, Marta y Eric se fueron a casa de él. Todos sabíamos para que, estaba tan contenta por ella iba a ser desvirgada por un amor de verano ya al fin. Tenía 17 años y aún era virgen, aunque en el fondo eso no era ningún problema.


3 comentarios:

  1. ¡Awwwwwwwwwww! Eso de que sean gemelos le da un toque interesante y divertido y que el chico que se interesa por Marta se llame Eric, ¡me encanta!
    Además también me gusta mucho que las tres amigas tengan su propio ligue! Tengo ganas de saber como se va desarrolando la historia!
    ¡Espero que sigas así!
    Me encanta tu historia! :)

    ResponderEliminar
  2. Me está enganchando tu novela! En serio, lo que llevo leído está interesante. Espero seguir pronto con la lectura ;)
    Un beso^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tú comentario. Me alegro mucho de que te guste, aunque aun tengo mucho de que aprender. Si ves algun fallo de expresión o ortrografia no dudes en decirmelo.

      Eliminar